Actúan sobre el campo emocional desde "dentro hacia fuera" cambiando las emociones y creencias que dificultan la capacidad que el alma tiene de tomar las riendas de su propia vida o destino, por lo tanto, son útiles en los diferentes estados de ánimo asociados a todo tipo de desequilibrios de los seres vivos.
Potencian las virtudes opuestas a estados emocionales discordantes, que causan sufrimiento (Estress, miedo, incertidumbre), permitiendo equilibrar y mantener una valoración más armónica de los tiempos de vida cambiante como el actual.
Los seres vivos tenemos un campo electromagnético; dicho campo es un sistema de frecuencias muy sofisticado que, entre otras cosas, sostiene el correcto funcionamiento bioquímico así como el equilibrio biológico y psíquico. Según la interacción, más o menos conflictiva de la personalidad del individuo debido a su complejo psiquismo y a su alto potencial de miedo con el entorno, estas frecuencias pueden ser alteradas y afectar al equilibrio mental, emocional o físico.
Un ejemplo de esta interrelación podría ser: Una alteración emocional media-aguda (susto, enojo) puede alterar brevemente las frecuencias asociadas al sistema inmune / endocrino, aumentando la fragilidad de este frente a virus ó bacterias manifestándose días después, en un resfrío.